El abanico de lady Windermere representa en clave de comedia el mal gusto y la mediocridad conservadora de la sociedad victoriana. El día del estreno, en febrero de 1892, ante el público que lo ovacionó, Oscar Wilde respondió irónicamente desde el escenario: ‘Celebro mucho que les haya gustado mi obra y los felicito por ese buen gusto. Estoy seguro de que aprecian mis méritos casi tanto como yo mismo’. Con igual insolencia defendió en sus textos la moral pura del arte, como denuncia de la moral hipócrita de la alta burguesía londinense. Por su actitud fue amado y aborrecido con igual intensidad, aunque ningún juicio adverso logró evitar que Wilde integrara el canon de los principales dramaturgos de todos los tiempos.
FIGURINES
Sr. Windermer
la duquesa
Parker